La tarea de la Administración Pública es administrar y gestionar con habilidad y transparencia los recursos del Estado, tanto materiales como humanos, para que pueda satisfacer las necesidades básicas de la sociedad. La Administración General del Estado está gestionada por el Gobierno. Se guía por principios como la legalidad, la neutralidad, la eficacia, la eficiencia y la calidad.